Doble cama




Me encanta mi esposa, más cuando duerme en ropa interior, soy un morboso. Ella sabe que mi libido se despierta con verle el contorno de sus nalgas. Y no lo resisto, si no hay sexo, pues espero a que duerma y me masturbo mirándola en la oscuridad.

Pero hay noches que a mí (y a ella) deseo una cama para mi solito, quedarme desvelado mirando una película o leyendo un libro, para luego quedar desparramado sobre la cama, plácidamente dormido.

¿Quién dijo que no se puede dormir separados de vez en cuando? Las camas matrimoniales son una idea patriarcal o un subproducto de la pobreza. Me imagino que el frío las creo o la falta de espacio.

Pero de vez en cuando un cuarto separado es rico, cuando duermes con tu pareja muchos años tiende a matar la necesidad de la piel, del calor corporal, del sexo nocturno o del coito mañanero (mi favorito por cierto, excelente antes del desayuno)

Por ello cuando mi hijo no está, aprovecho y me voy incauto a su habitación, prendo el televisor, y no aprovecho nada, pues me duermo en cuestión de 30 minutos. Valga el karma, la edad es un adormecedor.


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